Media sanción: aumento de las jubilaciones, moratoria y discapacidad
Los tres proyectos rechazados por Milei y que el Gobierno advirtió que vetaría esperan ahora que el Senado los convierta en ley. El aumento para los jubilados que se votó es del 7,2%, mas una actualización del bono previsional, que pasará a ser de $110.000. La sorpresa de la jornada fue la restitución de la moratoria previsional impulsada por Unión por la Patria, que obtuvo 111 votos a favor. La emergencia en discapacidad también obtuvo media sanción. Tras meses de movilizaciones que una y otra vez terminaron en represión, gases y palos orquestados por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, el Congreso comenzó a dar una respuesta legislativa al reclamo de los jubilados. La Cámara de Diputados aprobó un aumento del 7,2% a las jubilaciones y una actualización del bono previsional, que pasará a ser de $110.000.
La votación fue contundente: 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19
abstenciones. La sorpresa de la jornada fue la restitución de la
moratoria previsional impulsada por Unión por la Patria, que obtuvo 111
votos a favor. Todo el paquete fue girado al Senado. Es el segundo
intento del Congreso por mejorar los ingresos de los jubilados, tras el
veto presidencial del año pasado, respaldado por los 87 diputados que
Javier Milei bautizó como el “tercio de hierro” y agasajó con un asado
en Olivos. Esta vez, el oficialismo no logró bloquear la sesión y debió
ceder el control del recinto para enfrentar un debate que incomoda los
números del Excel libertario. Diputados también dio media sanción al
proyecto de emergencia en materia de discapacidad, un reclamo que
también tuvo respaldo callejero. Afuera, desde temprano, miles de
manifestantes se concentraron frente al Congreso. Personas con
discapacidad, jubilados, familiares, trabajadores del Hospital Garrahan,
organizaciones sociales y colectivos feministas confluyeron con
demandas diversas, atravesadas por una urgencia común: sobrevivir en
tiempos de motosierra. Sabiendo el resultado, Milei pidió en Twitter que
"el Senado no apruebe esta demagogia populista".
La sesión comenzó a
las 12.30 con 131 diputados presentes. Pese a las presiones de la Casa
Rosada, el cordobés Martín Llaryora, el catamarqueño Raúl Jalil y el
santiagueño Gerardo Zamora no se plegaron al boicot. Esta vez no hubo
protocolo antipiquetes ni represión, pero sí un despliegue policial que
blindó la Plaza del Congreso. El quórum que permitió iniciar la sesión
fue aportado por Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia Para
Siempre, la Coalición Cívica, la izquierda, tres legisladores de la UCR
—Julio Cobos, Natalia Sarapura y Fabio Quetglas—, el titular del
monobloque Mario Barletta, Lourdes Arrieta y Sergio Acevedo. Unión por
la Patria logró sentar a 95 de sus 98 diputados. Algunos gobernadores,
sin embargo, volvieron a alinear a sus legisladores con el oficialismo:
Rogelio Frigerio (Entre Ríos) forzó dos ausencias; Leandro Zdero (Chaco)
y Raúl Jalil (Catamarca), una cada uno. Pero esta vez la maniobra no
alcanzó.
Jubilaciones y moratoria
Recién dos horas y media después
del inicio, la Cámara comenzó a debatir el paquete previsional. La
diputada Victoria Tolosa Paz, como miembro informante, abrió el
tratamiento detallando las propuestas que habían logrado consenso entre
los 14 proyectos presentados: la suba del 7,2% y la actualización del
bono a $110.000. Unión por la Patria también impulsaba la prórroga de la
moratoria previsional por dos años. Tenía un plan B en caso de derrota:
acompañar la propuesta de Nicolás Massot, que planteaba crear un
Programa de Prestación Proporcional a la Vejez para reconocer aportes
parciales. No fue necesario. Las abstenciones de Encuentro Federal y
Democracia Para Siempre achicaron el número de votos negativos y
habilitaron la sanción del dictamen de minoría. “Pichetto se fue
furioso”, deslizó una fuente parlamentaria. Durante el debate, el
rionegrino había pedido “jerarquizar el debate” y cuestionó las “malas
palabras” en el recinto. Uno de los legisladores que ayudó con su
abstención se justificó ante este diario: “No tenía sentido ponerse en
contra de los jubilados por algo que igual se va a vetar”.
Tras la
votación, varios diputados coincidieron en que será más difícil para el
Ejecutivo volver a vetar una mejora para los jubilados en plena campaña.
Por eso se espera que el Senado acelere el tratamiento para completar
la sanción. “La calle nos lo exige, y no hay patria pegándole a los
jubilados; hay patria poniéndoles en el bolsillo lo que ustedes les
sacaron”, sostuvo Tolosa Paz, mientras afuera las columnas rodeaban el
Congreso, acompañadas por organizaciones de mujeres que postergaron un
día la marcha de Ni Una Menos para sumarse a la jornada.
Con el
quórum consolidado, el Ejecutivo hizo su jugada: a través del jefe de
Gabinete, Guillermo Francos, adelantó que el Gobierno vetará las
iniciativas. “Son temas que sensibilizan a la sociedad, pero son dos
temas que el Estado no puede pagar, salvo que volvamos a endeudarnos.
Eso no va a pasar. Si hay leyes que tienen impacto fiscal, el Gobierno
las va a vetar”, afirmó en un almuerzo con empresarios de la Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
La réplica no tardó en
llegar. Carlos Heller respondió desde el recinto: “Si la va a vetar, que
asuma el costo político. Y que los ciudadanos, en octubre, decidan si
quieren un Parlamento que limite al presidente y le impida vetar leyes
que defienden los intereses de la mayoría”. Nicolás Massot también
rechazó el ultimátum fiscal: “No todo es vetable. La intención de
nuestro bloque, y de muchos que estamos impulsando esto, no es complicar
al Gobierno, sino dar una respuesta justa y posible”.
Miguel Ángel
Pichetto, por su parte, advirtió que el Ejecutivo debería empezar a
tomar nota del malestar social. “Sería bueno que reflexionara”, sostuvo.
“Hay una realidad que empieza a demandar respuestas que ya no alcanzan
con la contención de la inflación”, agregó. Para Pichetto, el
oficialismo insiste con una lógica sin salida: “Se aprueba una ley, se
veta, se vuelve a empezar. Cuidado con creer que con la macro alcanza
para ganar una elección” sentenció.
Gisela Marziotta, que asistió a
la sesión en pleno posoperatorio de una hernia de disco para garantizar
el quórum, no dejó lugar a matices: “La verdad es que odian a los
jubilados, odian a los estudiantes de las universidades nacionales,
odian a los médicos de los hospitales públicos. El verdadero programa
político de Javier Milei es ese: el odio como política”.
Brouwer de
Koning —presidenta de la Comisión de Previsión y Seguridad Social,
ausente en el quórum— defendió el proyecto de su bloque: “Buscamos
reconocer a quienes han aportado toda su vida y no llegan a los 30 años
requeridos para jubilarse”. Luego apuntó contra las moratorias
anteriores: “El kirchnerismo convirtió en norma lo que debería haber
sido una excepción, y eso generó un déficit estructural en el sistema”.
La
sesión contó, además, con una presencia cargada de simbolismo. En uno
de los palcos, el exdiputado socialista Jorge Rivas —cuadripléjico desde
2007— siguió el debate. Rivas, que fue legislador entre 1997 y 2015 y
vicejefe de Gabinete de Néstor Kirchner, se comunica a través de una
computadora. Su presencia sintetizaba el espíritu de la jornada:
derechos conquistados que hoy vuelven a estar en disputa.
Discapacidad
La
Cámara baja aprobó en la madrugada la emergencia en discapacidad. "La
ley de Emergencia en Discapacidad tiene humanidad y racionalidad
económica. Tiene que ser votada porque es de pura justicia", dijo su
autor, Daniel Arroyo.
"Nos concentramos en la emergencia porque hay
una catástrofe en el sistema. Pero sabemos que nuestra democracia tiene
una deuda muy grande con las personas con discapacidad y sus
familias"."El Estado tiene que acompañar a las personas con discapacidad
y sus familias. No puede lastimarlas y generarles más dolor", agregó.
Con
148 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones, quedó aprobada la
iniciativa que recompone las prestaciones arancelarias desde el 1 de
diciembre de 2023 conforme a la inflación acumulada en el período y
actualiza el nomenclador para la indexación mensual automática de las
pensiones no contributivas de acuerdo al IPC.