Enarsa, desguasada y a la venta
Un decreto autorizó la venta del 100 por ciento de las acciones de Enarsa en la compañía controlante de Transener, responsable de la transmisión eléctrica en todo el país. "El Estado se enfoca en lo que debe hacer: organizar, regular y cuidar el buen funcionamiento del sistema energético”, argumentaron desde la Casa Rosada. El Gobierno inició el proceso de privatización total de Enarsa (Energía Argentina), la empresa creada en 2004 y a través de la cual el Estado realizó las obras de mayor relevancia para la infraestructura energética y productiva del país. La medida fue confirmada a través del Decreto del cual se autoriza, mediante concurso público nacional e internacional, la venta del 100 por ciento de las acciones de Enarsa en Citelec SA, la compañía controlante de Transener, responsable de la transmisión eléctrica en todo el país.
El próximo paso para que esto finalmente se concrete lo dará el
Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, que “dictará las normas
operativas y complementarias que resulten necesarias” y dará luz verde a
la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, la unidad ejecutora
especial temporaria creada para desguazar el Estado. A través de un
comunicado, desde el Gobierno se preocuparon a instalar la maliciosa
idea de que Enarsa “requirió transferencias millonarias del tesoro
nacional” para sostener su propia estructura que “no ha dado los
resultados esperados y ha sido incapaz de dar una solución eficiente y
rentable para el Estado nacional y la gestión de los servicios
públicos”. Por eso, su privatización “apunta a ordenar el funcionamiento
del Estado y permitir que el sector privado, con capacidad de inversión
y experiencia, asuma la gestión de actividades como la transmisión
eléctrica”.
A través de un texto lanzado por los canales de
comunicación del Gobierno, se sostuvo que “la medida busca mejorar el
servicio, fomentar la competencia y garantizar precios reales y
sostenibles para todos los argentinos”. “El sector privado no solo puede
hacerlo mejor –aduce el comunicado-, sino que además es el motor
natural de la inversión, el empleo y la innovación”. Lo cierto es que la
venta de Enarsa significará trasladar al sector privado una estructura
que durante 20 años realizó estudios, exploración y explotación de
yacimientos de hidrocarburos, así como también tareas de transporte,
almacenaje, distribución y comercialización e industrialización de esa
materia prima y sus derivados.
El mensaje del Gobierno es que ahora
“el Estado se enfoca en lo que debe hacer: organizar, regular y cuidar
el buen funcionamiento del sistema energético”.