Gobierno cambia el esquema de bandas del dólar
El Banco Central dejó de lado todo lo que afirmó en los últimos tiempos y actualizará mensualmente la banda cambiaria según la inflación, mientras busca acumular reservas y frenar la pérdida de respaldo del peso. Por Natalia López Gómez. El gobierno anunció que a partir del 1 de enero de 2026 comenzará la fase III de su programa monetario, que incluye la actualización mensual del techo y piso de la banda cambiaria. El Gobierno acaba de anunciar un cambio radical en su política cambiaria. A partir del 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria se ajustarán mensualmente según el último dato de inflación publicado por el INDEC.
Esta medida forma parte de lo que ellos llaman la fase III del programa
monetario y tiene como objetivo frenar la presión sobre las reservas
del Banco Central, que ya acumulan un rojo de 17.000 millones de
dólares, casi el doble de lo que recibieron al llegar al Gobierno. Los
cambios, más en línea con lo que vienen reclamando “los mercados”, se
adoptan en un contexto donde la inflación sigue en ascenso y podría
acelerarse aún más con el nuevo enfoque. La noticia sorprendió. Es que
hasta hace unos días, tanto el presidente Javier Milei como su ministro
de Economía, Luis Caputo, defendían la rigidez del esquema cambiario
implementado por su gobierno. Ambos señalaron en reiteradas ocasiones
que las bandas del dólar eran una herramienta sólida y que no se
modificarían. De hecho, en varios discursos, Milei llegó a afirmar que
cualquier propuesta de modificar el tipo de cambio o el esquema de
bandas era “precaria intelectualmente”. El propio Caputo sostenía que el
sistema estaba “consolidado” y que no había necesidad de hacer ajustes
en el corto plazo.
Sin embargo, hoy el gobierno da un giro notable,
con un cambio en el esquema de bandas del dólar que implica una mayor
flexibilidad y una actualización mensual basada en la inflación interna.
El anuncio muestra la fragilidad del esquema económico y la falta de
certeza sobre la efectividad de las políticas previas y deja en
evidencia las inconsistencias del rumbo adoptado por las políticas
oficiales.
Qué significa el cambio en la banda del dólar
A partir
de 2026, la banda de flotación del dólar se ajustará cada mes según la
inflación interna y no al 1% mensual como hasta ahora. Esto quiere decir
que el techo y el piso del dólar subirán a la par de los precios, sin
tomar en cuenta la inflación internacional.
El Banco Central también
anunció que comprará hasta 17.000 millones de dólares durante el año.
Con ello envía una señal hacia “los mercados” y todos los ecomistas de
la City, que despotricaban por la decisión oficial de no comprar dólares
para fortalecer las reservas.
Después de sostener que nunca lo
harían, el Gobierno acepta evitar que siga cayendo en términos reales el
techo de la banda y espera no tener que rifar reservas aunque el dólar
vaya subiendo. El riesgo evidente es que la posible alza en la divisa,
presionada por la compra de divisas por parte del Estado, impacte
también sobre los precios y lleve a un recalentamiento de la inflación,
que desde hace más de medio año abandonó la desaceleración y muestra una
curva ascendente.
El gobierno sostiene que seguirá intentando
reducir la volatilidad del dólar, pero no habla del problema que ahora
puede agravarse. La inflación persistente que sigue erosionando los
ingresos de los argentinos y, aunque el dólar pueda mantenerse sin
grandes saltos a corto plazo, los precios de alimentos, servicios y
turismo continuarán subiendo.
El comunicado oficial habla de un
“sendero de desinflación continua”, aunque los números no respaldan esa
promesa ni aún en sus propios términos. La base monetaria pasará del
4,2% al 4,8% del PBI en 2026, un crecimiento que podría volver a generar
presiones inflacionarias si no se controla la cantidad de dinero en
circulación.








