Alberto Fernández recibió el apoyo de López Obrador
 No se puede seguir ajustando a la sociedad. Alberto Fernández recibió el apoyo de López Obrador y advirtió al FMI. El presidente electo volvió a reclamarle al Fondo Monetario que reflexione sobre la situación de la Argentina. Aclaró que el cepo al dólar continuará luego de que asuma. Por Fernando Cibeira. El presidente electo Alberto Fernández volvió a reclamarle al Fondo Monetario Internacional que reflexione sobre el estado en el que se encuentra Argentina -del que lo considera co-responsable-, y que comprenda que "no se puede seguir ajustando a la sociedad argentina". Fernández acababa de recibir el respaldo para "todo lo que resulte necesario" por parte del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con quien compartió una reunión y un almuerzo durante varias horas en el Palacio Nacional.
No se puede seguir ajustando a la sociedad. Alberto Fernández recibió el apoyo de López Obrador y advirtió al FMI. El presidente electo volvió a reclamarle al Fondo Monetario que reflexione sobre la situación de la Argentina. Aclaró que el cepo al dólar continuará luego de que asuma. Por Fernando Cibeira. El presidente electo Alberto Fernández volvió a reclamarle al Fondo Monetario Internacional que reflexione sobre el estado en el que se encuentra Argentina -del que lo considera co-responsable-, y que comprenda que "no se puede seguir ajustando a la sociedad argentina". Fernández acababa de recibir el respaldo para "todo lo que resulte necesario" por parte del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con quien compartió una reunión y un almuerzo durante varias horas en el Palacio Nacional.
El presidente electo insistió que la cuestión tarifaria es un tema que 
se debe revisar cuanto antes, desmintiendo un supuesto aval a nuevos 
aumentos. "No puede ser que las tarifas sigan dolarizadas cuando el 
resto de la economía no lo está. Eso he dicho que desde el primer día 
debe ser revisado", subrayó.
Como se trataba de un presidente electo y
 no de uno en ejercicio, por razones protocolares, Fernández se presentó
 solo en la conferencia de prensa posterior a la reunión. En más de una 
oportunidad resaltó que le tocará recibir con una economía con alto 
endeudamiento y 40 por ciento de pobreza. "Ningún país se recupera en la
 pobreza. Hay que volver a poner en marcha la economía argentina y ver 
de qué modo podemos cumplir nuestras obligaciones que efectivamente 
queremos cumplirlas pero no a costa de más deterioro social", insistió. 
En
 ese sentido, López Obrador le dijo que contara con él para lo que fuera
 necesario. Fernández comentó que se encontró con un presidente que 
estaba muy al tanto de la crítica situación argentina. "El apoyo que 
puede dar es mucho", evaluó Fernández en base a que México tiene un 
asiento en el directorio del FMI e integra un mercado común con Estados 
Unidos y Canadá. En ese escenario internacional, detalló el brutal 
incremento de la deuda: en 2015 era el 38 por ciento del PBI, la deuda 
externa en dólares el 13 por ciento del PBI; hoy pasó al 95 y el 70 por 
ciento, respectivamente. Eso en apenas tres años.
Alberto Fernández 
llegó cinco minutos antes del mediodía e ingresó por la puerta lateral 
del Palacio Nacional donde lo esperaban un grupo de argentinos para 
saludarlo. Lo recibió el subsecretario para Latinoamérica de la 
Cancillería mexicana, Maximiliano Reyes Zúñiga, quien publicó en el 
diario La Jornada una columna considerando el encuentro "un parteaguas 
en la relación bilateral". El fue quien lo condujo por el inmenso 
palacio hacia el despacho presidencial. López Obrador lo recibió junto a
 su jefe de asesores Lázaro Cárdenas y el canciller Marcelo Ebrard. 
Fernández ingresó con Felipe Solá y Cecilia Todesca. Una reunión con 
seis sillas y las banderas de México y de Argentina de fondo. Estaba 
prevista para una hora y se extendió hasta una hora y media. Luego de 
eso fue el almuerzo, que duró otro tanto. Quienes también estuvieron en 
el palacio pero no se sumaron al encuentro fueron Matías Kulfas, Miguel 
Cuberos y el vocero Juan Pablo Biondi. También anduvo allí el ex senador
 chileno Marco Enríquez-Ominami, clave en el armado del encuentro. 












