Adonde quieren llevarnos...¡es imposible llegar!
 Adonde quieren llevarnos...¡es imposible llegar!
Adonde quieren llevarnos...¡es imposible llegar! 
por Lic. Guillermo Moreno* por Lic. Norberto Itzcovich* por Dr. Claudio Comari* BAE
Mediante el "Yo confieso", una de las más conocidas oraciones de la liturgia católica que junto con el "yo pecador" conforman el "Confiteor", se pide perdón por los pecados de pensamiento, palabra, obra u omisión, cometidos.
Por ello, si no advirtiéramos de manera contundente lo que viene sucediendo en materia económica y sus consecuencias para nuestro país, estaríamos, no sólo vulnerando el juramento profesional que oportunamente realizamos, sino esencialmente pecando.
Bajo esta "tea votiva", durante el primer semestre de su mandato, 
alertamos a la alianza Cambiemos sobre las inconsistencias 
macroeconómicas entre una política monetaria contractiva y otra fiscal 
expansiva, que anidaban en el seno del diseño propuesto.
Lejos de ser
 transitorias, ellas se consolidaron como los componentes definitorios 
del esquema económico oficial, llevándonos a caracterizarlo como un 
"experimento", dada la carencia de una "estructura ordenadora" que 
permita tipificarlo como un "modelo".
A pesar de ello, oportunamente 
efectuamos las proyecciones macroeconómicas para el año 2017, con la 
expectativa de que cierto dominio de la disciplina iba a hacer entrar en
 razones a las autoridades económicas de aquel entonces. Pero, por el 
contrario, se dedicaron a agudizar los desequilibrios durante el año 
electoral.
Llegado este punto, nos vimos obligados a señalar que la 
magnitud de los desbalances alcanzados imponía tales niveles de 
oscilación sobre los principales indicadores, que tornaba imposible la 
elaboración de pronósticos certeros de su desempeño en 2018I.
Eran 
tiempos en los que la mayoría de los "especialistas" pronosticaban un 
crecimiento del PIB del 3,5%, una inflación del 15%, y un valor del 
dólar de 21 pesos, a fin del corriente año.
Durante el último mes de 
abril la realidad confirmó nuestra razón. En el artículo "¡Ay, Patria 
mía!" (BAE Negocios, 7-5-18), señalábamos: "La Argentina de mayo de 2018
 se enfrenta a un escenario en el que convergen los desequilibrios 
fiscales del 89 con los del sector externo de 2001, por lo que ambos 
fenómenos se potencian mutuamente generando las condiciones de una 
Supercrisis".
Así entonces, de la misma forma que de haber asumido la
 interesada posición del mainstream hubiéramos pecado por omisión, hoy 
ocurriría lo propio si no señaláramos claramente que las iniciativas 
económicas oficiales no tienen ninguna chance de viabilidad.
Como ya dijimos, el remedio es peor que la enfermedad (II)
Cuando
 el oficialismo decide espiralizar las tasas de interés, la idea fuerza 
que subyace es que ello resulta, para la actividad económica, menos 
dañino que un tipo de cambio al alza. De esa manera, soslaya que en una 
economía bimonetaria como la nuestra, las empresas, en general, 
encuentran los mecanismos para continuar operando en contextos 
devaluatorios.
Los tipos de interés para los pasivos remunerados del 
BCRA que, hacia el mes de abril, cuando estallaron las dificultades 
cambiarias, se incrementaron hasta valores del 40% anual, alcanzan hoy 
guarismos insólitos en torno al 74%, siendo aún inferiores a los que 
deben pagar las compañías para financiarse, que ya superan los 3 
dígitos.
Ello perjudica a todas las empresas, independientemente de 
su tamaño, las cuales se ven día a día severamente impactadasIII, hasta 
paralizar crecientemente las actividades de producción y 
comercialización de sus bienes y servicios.
Sin aportar ninguna 
solución, al persistir las inconsistencias macroeconómicas que 
determinaron la Supercrisis, el gobierno nacional acudió al FMI, cuya 
intervención como ya advirtiéramosIV se justificaba en que "los fondos a
 girar a la Argentina por el organismo sirven como garantía subyacente 
de los créditos otorgados por la banca extranjera". 
Pero, con su 
proverbial irresponsabilidad, el oficialismo dilapidó el monto ingresado
 por el primer desembolso, según se observa en el gráfico, viéndose 
obligado a renegociar el acuerdo con urgencia, apenas 60 días después de
 su entrada en vigor.
Ahora bien, con el objetivo de evitar que 
nuevamente se "timbeen" los fondos desembolsados (como ocurriera durante
 la gestión del mesadinerista Caputo en el BCRA) y asegurar que se 
apliquen a garantizar su finalidad original, el gobierno comprometió la 
no expansión de la base monetaria, hasta junio de 2019.
Esto les 
resulta necesario ya que, dado el deber ser del organismo multilateral, y
 al prever el colapso del esquema vigente, sólo resta evitar los 
contagios, a la región y al mundo, de la entropía argentinaV.
¡Peligro-Periculum-Danger!
De
 ninguna manera resulta sorprendente que el oficialismo ejecute medidas 
económicas descabelladas, que vulneran las reglas más elementales de la 
disciplina.
Pero la decisión de mantener en cero el crecimiento de la base monetaria es el súmmum del absurdo.
Como
 ya señalamos, esa medida, en un contexto de inflación inercial, tiene 
como inmediata consecuencia la caída de los saldos monetarios reales, 
espiralizando aún más las tasas de interés.
De esta forma, en un 
derroche de incompetencia, el actual oficialismo se ha encargado de 
acelerar el deterioro tanto del Sector Privado:
    donde en la 
economía real, concomitantemente se ven indeterminados los costos 
totales de producción, y el diferencial entre pago contado y a plazo en 
las cadenas de comercialización,
    mientras que, en el sistema 
financiero ampliado, si bien se devengan importantes ganancias producto 
del diferencial entre las tasas de interés activa y pasiva, su efectiva 
realización se cubre de un manto de incertidumbre a partir del 
incremento que se dará en la morosidad e incobrabilidad de los créditos.
Como
 del Sector Público, con la espiralización del Déficit Fiscal Total, 
tanto por la caída estrepitosa de la recaudación tributaria, como por el
 crecimiento geométrico del déficit cuasi fiscal, producto de los 
pasivos remunerados del BCRA.
Finalmente, de continuar por este 
sendero, la alianza gobernante obligará al cierre indiscriminado de 
empresas de todas las actividades, destruyendo gran parte de la base 
material de la Nación, agudizando hasta el paroxismo la Supercrisis.
A ese sitio, al que el oficialismo pretende llevar al país, es imposible llegar.
En
 consecuencia, es tan importante para quienes nos desempeñamos en la 
tarea del análisis económico advertirlo, como para quienes tienen las 
responsabilidades pertinentes, evitarlo, de tal manera de no incurrir en
 los pecados de omisión ni de obrar.
Amén.
I-El alto grado de dispersión en las variables involucradas, impedían la construcción de una prognosis correctamente elaborada.
II-BAE Negocios, 23-7-18, “Subir la tasa de interés, un remedio peor que la enfermedad”.
III-BAE
 Negocios, 14-5-18, “Llegó la Supercrisis. Evitemos la hipercrisis” y 
BAE negocios, 18-6-18, “Demasiado tarde para lágrimas”.
IV-BAE 
Negocios,, 14-5-18, “Llegó la Supercrisis. Evitemos la hipercrisis” y 
BAE negocios, 18-6-18, “Demasiado tarde para lágrimas”.
V-BAE Negocios, 08/10/18, “El domo del FMI”.
*MM y Asociados












